En el contexto de las intervenciones para la protección de la infancia y adolescencia está cobrando especial importancia el abordaje de los problemas relacionados con los riesgos de explotación sexual de este grupo especialmente vulnerable. Así se ha reflejado en algunos medios de comunicación, pero ha sido evidenciado ya hace tiempo por investigaciones realizadas tanto en España como en los países de nuestro entorno.
Por otra parte, el trabajo de los y las profesionales de la protección infantil, particularmente en acogimiento residencial, se enfrenta al creciente número de adolescentes con graves problemas emocionales y conductuales. Las investigaciones en este campo vienen señalando que existen importantes diferencias de género en los riesgos y la victimización a la que han sido expuestos y la falta de un trabajo más sistemático que enfoque los factores relacionados, no solo con el género, sino con el desarrollo afectivo-sexual, las identidades y las orientaciones sexuales.