Ciencia abierta, cambio de criterios en el desarrollo académico y estudios aplicados son la vía para consolidar la psicología

La psicología, como disciplina científica, ha buscado establecer principios psicológicos universalmente válidos sobre el comportamiento humano. Sin embargo, la escasez de estudios aplicados que reflejen, con precisión, la realidad fuera del «laboratorio», la estructura actual de incentivos académicos —que favorece la cantidad frente a la calidad— y las políticas de publicación de las revistas científicas —que incentivan los estudios originales frente a estudios de replicabilidad y aplicados—, han puesto en cuestión, en los últimos tiempos, la credibilidad del conocimiento científico en psicología.
Con estas ideas en mente arranca el artículo publicado, el pasado mes de diciembre, en la revista Nature Reviews Psychology, y titulado La investigación aplicada es el camino hacia la legitimidad en la ciencia psicológica (Applied research is the path to legitimacy in psychological science; Andersen, 2025).
Según explica Judith P. Andersen, autora del artículo, a pesar de que los resultados de las investigaciones psicológicas suelen presentarse como generalizables a las diferentes poblaciones, a menudo, estos provienen de estudios realizados en contextos artificiales y con muestras no necesariamente representativas —como, por ejemplo, estudiantes universitarios de países occidentales industrializados—.
La presencia de estos (y otros) sesgos metodológicos, unida al hecho de que la investigación psicológica se sustenta, mayoritariamente, en estudios de «investigación básica», reflexiona Andersen, puede no solo afectar a la credibilidad de los hallazgos psicológicos, sino que puede limitar, también, su aplicabilidad en contextos reales, creando una brecha entre la teoría psicológica y su aplicabilidad…