“Los sistemas de educación y formación de todo el mundo y de toda la Unión se han visto afectados y presionados como nunca por la pandemia de COVID-19, que ha cambiado de manera trascendental la forma en la que aprendemos, enseñamos, comunicamos y colaboramos en nuestras comunidades educativas y formativas, y entre ellas. Ello ha repercutido en los alumnos, sus familias, los profesores, los formadores, la dirección de los centros y la sociedad en general.”
Así lo afirma el Consejo de la Unión Europea en sus conclusiones sobre la lucha contra la crisis del COVID-19 en el ámbito de la educación y la formación (2020/C 212 I/03), un documento a través del cual destaca los importantes esfuerzos emprendidos por los Estados miembros y las instituciones de educación y formación desde el inicio de la pandemia, para garantizar la seguridad y el bienestar de los alumnos y el personal y la continuación del aprendizaje y la enseñanza, con el fin de preservar el derecho a la educación.
A este respecto, el Consejo considera que uno de los principales retos ha sido la cuestión de garantizar la inclusión y un acceso igualitario a oportunidades de aprendizaje a distancia de calidad.