¿Qué relación tiene el uso problemático de internet con el trastorno de juego por internet y que impacto tienen en la calidad de vida? Esta ha sido una de las preguntas de investigación de un estudio publicado en la revista Adicciones, elaborado por un grupo de investigadores formado por integrantes de la UPV, la UPNA, la UCM, la Universidad de Deusto y la UNIR.
Tal y como explican los autores de la investigación, la literatura ha establecido dos constructos para entender la conducta hacia internet y los videojuegos. Por un lado, se define el Uso problemático general de Internet (GPIU) como “un uso disfuncional del manejo y la gestión de Internet en general”, y, por otro, el Trastorno de juego por Internet (IGD), que corresponde a la conducta específica vinculada a los videojuegos en línea, considerada “un trastorno adictivo sin sustancia cuya característica esencial es la participación en videojuegos en línea de forma recurrente y persistente en el tiempo, lo que lleva a angustia clínicamente significativa”.