La adquisición de habilidades académicas requiere una aproximación holística que reconozca el impacto del estrés derivado de la pandemia en los niños de todo el mundo y que se complemente con el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Así lo establece el International Rescue Committe (IRC), en su informe Beyond the Lost Year: Five Ways to Improve Education for the Most Vulnerable in 2021 (Más allá del año perdido: cinco formas de mejorar la educación de los más vulnerables en 2021).
El aprendizaje académico de las materias debe ir de la mano del aprendizaje socio-emocional, lo que implica que los niños se centren en sus capacidades de atención, sepan nombrar sus emociones, aprendan a resolver conflictos pacíficamente, sepan establecer metas, practiquen la perseverancia, aprendan a controlar su conducta y aprendan a desarrollar y mantener relaciones positivas que les ayuden al aprendizaje y al rendimiento en su curriculum educativo. El IRC insta, con esta recomendación, a que los centros educativos de todo el mundo prioricen el aprendizaje socio-emocional y sean sensibles a las necesidades psicológicas de los niños y niñas que también están sufriendo las consecuencias de la pandemia.