“El dolor crónico impacta negativamente tanto en la funcionalidad como en la dimensión emocional y calidad de vida de la persona que lo padece y sus familias o personas cuidadoras, además de generar insatisfacción respecto al tratamiento recibido para paliarlo. En este sentido, resulta imprescindible la incorporación de la figura del psicólogo/a en los equipos de abordaje multidisciplinar del dolor crónico y el fomento de la derivación a este/a profesional con el fin de reducir el impacto en las diversas dimensiones de la vida diaria en el mayor grado posible”.
Así lo afirma un informe publicado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), cuyo objetivo es el de definir un modelo de atención centrada en la persona (ACP) desde la perspectiva de los pacientes con enfermedad y dolor crónicos, con la finalidad de que sea tenido en cuenta en la toma de decisiones de planificadores y gestores públicos.
Tal y como señala la Plataforma de Organizaciones de Pacientes en su documento, son varios los organismos a nivel internacional -entre ellos la OMS-, los que han instado a los países a incluir el abordaje del dolor entre sus prioridades políticas, en aras de que su población reciba un tratamiento de calidad adecuado.