El 34,8% de la población penitenciaria refiere haber sido diagnosticada, alguna vez en su vida, de un trastorno mental o emocional, siendo la prevalencia mayor entre las mujeres (42,3%) que entre los hombres (34,3%), y alcanzando el valor más elevado (46,9%) entre las mujeres de 35 a 44 años.
Esta es una de las conclusiones recogidas en la Encuesta sobre Salud y Consumo de Drogas en Población Interna en Instituciones Penitenciarias, un informe presentado de forma conjunta por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior, la Dirección General de Asuntos Penitenciarios del Departamento de Justicia, Derechos y Memoria de la Generalitat de Cataluña y la Dirección de Justicia de la Consejería de Igualdad, Justicia y Asuntos Sociales a través del Programa de Análisis e Inspección de Centros Penitenciarios del Gobierno Vasco.
Esta encuesta de periodicidad quinquenal se encuentra incluida en el Plan Estadístico Nacional del Instituto Nacional de Estadística y se enmarca dentro de las líneas de trabajo establecidas por las estrategias europea y española sobre drogas y adicciones.