Los problemas de salud más frecuentes o propios de las mujeres, como el cáncer de mama, la endometriosis, la menopausia y la salud reproductiva, constituyen importantes problemas de salud pública; sin embargo, son muchas las voces que advierten de un sesgo de género en la atención sanitaria a este tipo de problemáticas, alertando, en muchos casos, de la tendencia a interpretar bajo una perspectiva biomédica y a medicalizar procesos fisiológicos normales de la mujer, como, por ejemplo, la menopausia, obviando aquí la confluencia de otros factores clave, como los psicológicos y los sociales (Ruiz Cantero, Ronda Pérez y Álvarez-Dardet, 2009; Verdonk y col., 2019).
En esta misma línea, la OMS (2022) lamenta que, en la mayoría de países, la concienciación sobre la menopausia y el acceso a la información y los servicios relacionados con la misma siguen presentando deficiencias importantes. Consecuentemente, el tema de la menopausia suele quedar silenciado no sólo en los centros de salud, sino también en las familias, las comunidades y los lugares de trabajo.