Cada año, más de 140.000 personas mueren en Europa por suicidio, lo que sitúa a la región europea como la región con la tasa de suicidios más alta del mundo. Las creencias erróneas y el estigma asociados con el suicidio lo convierten todavía en un tema “tabú” para muchos. Por ello, la información y formación sobre este tema fundamental: la vida de alguien puede depender de ello. Desmentir los mitos sobre el suicidio no solo reduce el estigma: ayuda a la sociedad a comprender que alguien está en riesgo y a buscar ayuda.