La muerte de un bebé durante el embarazo, el parto o los primeros días de vida es un acontecimiento devastador para los padres. Aunque el bebé no haya nacido, se crean lazos emocionales hacia él y esta pérdida no esperada produce en las parejas una profunda sensación de shock, desolación y culpa, que puede tener un impacto muy negativo en la salud mental, siendo frecuentes los problemas de ansiedad, depresión o duelo complicado, entre otros.

Con el objetivo de determinar cuáles son las intervenciones psicológicas más eficaces para estas madres y padres, un equipo de investigación ha llevado a cabo una revisión sistemática y metaanálisis de la literatura científica al respecto. Los autores de la investigación, publicada en la revista International Journal of Nursing Studies, seleccionaron un total de 17 ensayos controlados aleatorizados sobre la eficacia de diferentes intervenciones psicológicas para reducir la ansiedad, la depresión y el duelo en parejas después de una pérdida perinatal. Además de determinar la eficacia de los tratamientos sobre estas variables, incluyeron un análisis de otras características que pueden afectar a los resultados, tales como el número de sesiones, el tipo de pérdida, la modalidad de aplicación y el perfil del profesional sanitario.

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