La acción comunitaria es clave para reducir la propagación de COVID-19, mitigar los efectos psicológicos y sociales negativos de las medidas impuestas por los Gobiernos y permitir la recuperación psicológica.
Así lo afirma la Sociedad Británica de Psicología (BPS-British Psychological Society) en un nuevo informe a través del cual reúne los conceptos básicos, principios y evidencias de la Psicología Social y Comunitaria que pueden ayudar a las autoridades locales, Gobiernos y grupos comunitarios en sus esfuerzos para facilitar la resiliencia comunitaria, específicamente, en el contexto de la crisis del Covid-19.