“Es hora de centrarse en el efecto perjudicial que el trabajo puede tener en nuestra salud mental”. Así de tajante se ha manifestado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la presentación del informe conjunto de la OMS y la OIT, titulado Salud Mental en el trabajo (Mental health al work).
A pesar de que la salud y seguridad de los trabajadores constituye un derecho fundamental, sólo el 35% de los países del mundo cuentan con programas a nivel nacional para prevenir y promover la salud mental en el trabajo. Tal y como advierten la OMS y la OIT, el mundo se enfrenta a una situación especialmente crítica en relación con la salud mental, en la medida en que la pandemia ha generado un aumento del 25% de los problemas de ansiedad y depresión, al mismo tiempo que se ha puesto de manifiesto la incapacidad de los sistemas sanitarios para atender esta ampliación de la demanda de salud mental.