En todo el mundo, los problemas de salud mental y el malestar emocional son una causa importante de sufrimiento de niñas, niños y adolescentes que, a menudo, se pasa por alto y que interfiere en su salud y su educación, así como en su capacidad para alcanzar su pleno potencial.
Así lo advierte la organización UNICEF, en un documento mediante el cual analiza el contexto actual de la salud mental en nuestro país y el bienestar emocional de los y las menores, recogiendo una serie de recomendaciones prioritarias en este sentido.
Si bien pone en valor los “pasos significativos que se han dado a nivel estatal”, con la aprobación de la nueva Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud 2021-2026 y el Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024, UNICEF subraya la trascendencia de que, en el caso de la infancia y la adolescencia, se tome como referencia el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño, las observaciones del Comité de los Derechos del Niño, y las propias opiniones de chicos y chicas, “para que las intervenciones sean adecuadas y aborden realmente sus necesidades, garantizando sus derechos”.